Es bien sabido ya por todos, el incremento acelerado de la tecnología en casi toda la vida del hombre y a nivel mundial, por eso no ha de sorprendernos su incursión tan rápida y acelerada en su ambiente personal y profesional, por lo que evidentemente estas se han convertido en herramientas que permiten de una manera fácil, moderna y actualizada adquirir y transmitir el conocimiento, lo cual se hace posible mediante el uso de las llamadas TIC, es decir las Tecnologías de la Información y Comunicación, las cuales en este siglo XXI han ido ganando y reclamando cada día más espacios de cambio y desarrollo en todos los ejes en que se mueve el hombre.
Uno de esos espacios evidentemente es el educativo, donde actualmente se busca la implementación de las nuevas tecnologías como herramientas que permitan tanto a los docentes como a los alumnos desarrollar los contenidos planteados de una forma metodológica diferente, con la finalidad de generar un entorno formativo atractivo que conlleve definitivamente a mejorar la calidad del aprendizaje y a convertir el aula en un sitio realmente llamativo para los estudiantes.
Las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) juegan hoy en día un papel muy importante dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje, ya que su utilización e implementación puede producir avances significativos en nuestro alumnado en cuanto a la manera de captar, acomodar y entender la información o el contenido que se busca transmitir a través de estos medios; sin embargo, a pesar de contar con leyes dentro de nuestra Constitución Nacional Bolivariana tanto en su Artículo 108 y 110, así como en el Decreto 825 que buscan favorecer el incremento del uso de Internet y por ende de la tecnología como recurso de avance y de progreso para nuestro país, nos encontramos con que la falta de dotación de recursos como computadoras, internet, video ben, salas de telemáticas, televisores, Dvd entre otros, lo cual se convierte en una piedra de tranca para que los docentes puedan desarrollar sus clases contando con estas nuevas tecnologías. Así como también, la falta de preparación de muchos docentes en el uso y manejo de estas tecnologías, lo cual evidentemente lo mantiene estancado en un modelo tradicionalista de clases magistrales que no le permite romper con ese paradigma y a su vez lo mantiene predispuesto al cambio y a la incorporación de estos recursos a su planificación por considerar en muchos casos que la máquina puede suplirlo, cosa que considero sea imposible ya que el maestro como mediador de este proceso es irremplazable.
Razón por la cual, se hace necesario preparar a todos los docentes para asumir los nuevos retos y funciones que le impone la modernidad al buscar estrategias metodológicas en relación al uso de las TIC para ser incorporadas dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje, ya que el manejo de ellas es poco conocido por los profesionales de la educación, por cuanto en su formación académica no existió algún tipo de preparación en torno al uso de ésta tecnología educativa ya que estas son relativamente recientes y por ende a pesar de los intentos por parte de organismos del estado de planes de alfabetización tecnológica dirigidos a la comunidad en general, estos no llegan a todos los lugares ni a todas las escuelas, por lo que todavía hay una parte de nuestros docentes que no han asumido el reto de incorporarlas a sus aulas.
En la actualidad, es frecuente que tanto alumnos como docentes investiguen a través de Internet, páginas web, video conferencias y entornos virtuales como el chat o correo electrónico, por nombrar algunos de ellos, debido a la gran utilidad que brindan los mismos en la búsqueda de información actualizada, por lo tanto los docentes debemos prepararnos desde una perspectiva teórico-práctica que nos permita orientar y guiar a nuestros alumnos en el uso correcto de estas herramientas así como en las múltiples ventajas que estas pueden traer a su vida cotidiana y a su entorno educativo.
El reto está planteado, solo falta que los docentes y alumnos lo asumamos como parte de nuestra práctica diaria, por lo que va a requerir de un esfuerzo personal y colectivo que nos conlleve al rompimiento de estructuras fundamentadas sobre viejos paradigmas y a la incorporación de estas herramientas de manera integral a nuestras planificaciones diarias mediante prácticas escolares que vayan acorde y a la vanguardia del progreso de la humanidad.
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